Dice la leyenda que hace más de 2.500 años, antes de los Desfiladeros,

el Imperio de Lúth abarcaba casi todo el continente de Équilas. Como guardián de los Siete Cristales, Lúth experimentó una era de gran prosperidad y avances tecnológicos. Sin embargo, 2.500 años más tarde, cuando acontece esta historia, sus mayores ciudades y maravillas desaparecieron con el advenimiento de los Desfiladeros que dividieron el continente. Hoy en día, el reino de Lúthinar, al norte del continente, es el único que conserva parte de sus tradiciones. 

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La mayoría de los nuevos reinos viven en constantes tensiones con sus vecinos y tienen culturas únicas. Por ejemplo, Ábalar, el imperio élfico, ha cerrado sus fronteras y vive en el aislacionismo religioso. Bárat, la autocracia de los dragonaris, se prepara para la guerra. Sunzhau fue fundado por el pueblo de sunzhán que llegó desde más allá del Océano Insondable y su gente y sus creencias religiosas son muy distintas a las del resto del continente.